“Históricamente las masacres han estado conectadas a la manera como se construyen en Colombia los órdenes locales, que desde los años 40 se han producido de la mano de los actores armados”, agregó.
Para el profesor Perea, “aunque estamos en un contexto de recrudecimiento del conflicto, hay que señalar que ahora estamos enfrentados a un conflicto de distinta naturaleza; a unos actores sucedáneos del paramilitarismo, a unas disidencias o residuales de las FARC que actúan diferente. A esto se suma el crimen organizado urbano”.
Entre el 1 de enero de 2019 y el 22 de agosto de 2020 se perpetraron en el territorio colombiano cerca de 93 masacres.