A través de sus investigaciones, la internacionalista y especialista en Estudios Asiáticos ha encontrado que “la geopolítica es la manera de ver el cambio climático como una vinculación entre la geografía y los recursos, particularmente los naturales, y específicos como los combustibles fósiles”.
La crisis climática tiene un gran componente que es el calentamiento global, el cual incide en cambios relacionados con las temperaturas extremas en el mundo como sequías, deforestación, deshielo y aumento del nivel del mar, entre otros, que impactan en la multiplicación de enfermedades, inseguridad alimentaria, violencia y desplazamiento o migraciones en gran parte del mundo.
La docente destaca que “los desastres naturales son los que más generan el desplazamiento y no la situación de conflicto y violencia per se; estos son mucho más perjudiciales para los desplazamientos y migraciones”.
Desde este punto de vista el componente político es muy importante, pues si no se toman las medidas pertinentes en 2050 habrá muchas zonas deshabitadas con temperaturas extremas que no permiten la existencia del hombre.