Los procesos migratorios están acompañados por vulneraciones a los derechos humanos, y existe una fuerte asociación entre migración y Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN), ya que los problemas de esta son causa y consecuencia de los movimientos migratorios y están presentes en todas sus etapas: preparación, salida del lugar de origen, tránsito y llegada al lugar de destino.
El Observatorio de Soberanía y Seguridad Alimentaria y Nutricional (OBSSAN) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) define la SAN como:
el derecho que tienen todas las personas a que el Estado les garantice en forma oportuna, digna y permanente la disponibilidad y el acceso a los alimentos y al agua potable en cantidad suficiente y en calidad adecuada, o las condiciones para lograrlos, asegurando su consumo y utilización biológica, para alcanzar un óptimo estado de nutrición, salud y bienestar que contribuya en su desarrollo humano y les permita ser felices.
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Los migrantes que ingresan a Colombia manifiestan que en su país enfrentan constantemente problemáticas de SAN, reflejadas en las siguientes situaciones: desabastecimiento constante, imposibilidad de elegir los alimentos que desean adquirir, redes ilegales de comercialización y distribución de alimentos “bachaqueros”, precios elevados, disminución del número tanto de comidas diarias como de preparaciones que conforman los tiempos de comida y del tamaño de las porciones, lo que ha ocasionado cambios en la alimentación habitual.
Con la llegada a Bogotá, los migrantes venezolanos buscan superar las dificultades cotidianas que vivían en su país para conseguir, adquirir y consumir alimentos variados y suficientes para sus familias.
La investigación de abordaje cualitativo “Seguridad alimentaria y nutricional de familias migrantes venezolanas con asistencia alimentaria en Bogotá” se propuso analizar los cambios que el proceso migratorio generó en la disponibilidad, el acceso y el consumo de alimentos a familias provenientes de Venezuela ubicadas en Bogotá, y determinar si mejoró su SAN. Bajo el principio de saturación de datos, se aplicaron 15 entrevistas semiestructuradas –con preguntas abiertas y cerradas– al miembro de la familia con mayor conocimiento sobre la alimentación familiar y el proceso migratorio.
Entre los hallazgos principales está que la migración desde Venezuela hacia Bogotá mejoró algunos elementos de la SAN de las familias, entre los que están:
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En Bogotá, las familias expresaron cambios positivos en el consumo de alimentos. Para el momento de las entrevistas manifestaron que todos sus miembros comían al menos tres veces al día. Reconocieron que basan su alimentación en fuentes de carbohidratos y no incluyen con la frecuencia que querrían alimentos como frutas, verduras, lácteos, carne y pollo, argumentando bajos ingresos económicos.
No obstante, se identificó que estas familias consumen con frecuencia bebidas azucaradas, paquetes, dulces y productos de panadería, ya que en Venezuela era difícil encontrarlos. Así, en Bogotá han “compensado” el largo periodo que no los pudieron consumir. Lo anterior pone de manifiesto la necesidad de dirigir estrategias de educación alimentaria y nutricional a la población migrante para mitigar la aparición de estados de malnutrición, como el exceso de peso y las enfermedades asociadas con este.
Las familias entrevistadas consideran que la alimentación a la que acceden en Bogotá guarda semejanzas con la de Venezuela, es decir que la consideran culturalmente adecuada. En Bogotá encuentran los ingredientes para realizar preparaciones típicas venezolanas como arepas, hallacas, cachapas y pabellón criollo, e incluso las pueden comprar hechas. Encontrar en Bogotá alimentos que formaban parte de sus hábitos y costumbres alimentarias en Venezuela les produce alegría y satisfacción por poder acceder a ellos nuevamente y contribuye al mantenimiento de la identidad cultural de los migrantes.
Con la visibilización de las realidades que enfrenta la población migrante venezolana en Bogotá se invita a realizar el reconocimiento de la migración y de la SAN como derechos humanos y a recordar que, como lo expresó el filósofo búlgaro Tzvetan Todorov: “el extranjero no solo es el otro, cada uno de nosotros es un extranjero en potencia”.
1 OIM. Informe sobre las migraciones en el mundo 2020. Disponible en: publications.iom.int/books/informe-sobre-las-migraciones-en-el-mundo-
2 Migración Colombia. Radiografía de venezolanos en Colombia con corte a 30 de septiembre de 2020. Disponible en: www.migracioncolombia.gov.co/infografias/radiografia-venezolanos-en-colombia-corte-a-30-de-septiembre-de-2020