La primera versión se llevó a cabo en 1995, en Berlín (Alemania). En 2021 se realiza en Glasgow, Tierras Bajas de Escocia, en el Reino Unido, y el tema es la crisis climática y cómo resolverla desde la comunidad internacional de las Naciones Unidas.
“Su importancia radica en que la crisis climática es quizás el problema más grande y grave que aqueja a la humanidad entera, pues afecta más a unos países y a unas poblaciones que a otras, pues algunos países, regiones, Estados y poblaciones son más vulnerables que otros”, explica el profesor Gregorio Mesa Cuadros, director del Grupo de Investigación en Derechos Colectivos y Ambientales (GIDCA) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL).
Agrega que “si las Naciones Unidas no toman en esta ocasión una definición concreta sobre cómo resolver esta crisis climática, será muy difícil y seguramente llegará un momento de no retorno; si la humanidad no es capaz de revertir el deterioro de la atmósfera, que a su vez transforma de manera global e impacta en los ecosistemas que habita, desaparecerán millones de especies, y millones de seres humanos serán desplazados forzadamente, desde el punto de vista antiambiental, entre otros”.
En versiones anteriores, la COP ha tenido logros importantes como:
El profesor Mesa sostiene que “es pertinente que el Estado colombiano haga presencia en Glasgow, pero que sea coherente con lo que dice y hace tanto a nivel interno como a nivel internacional. No hay que olvidar que las emisiones atmosféricas y la crisis climática, no importa donde se generen, impactan a toda la humanidad”.
“Es necesario tener en cuenta esa dimensión global y en la COP26 en Glasgow deberían discutir y acordar cómo limitar materialmente y no solo formalmente, y obligar a obligarse a sí mismos como Estados a comprometerse a reducir las emisiones en concreto”, concluye el docente.