La doctora en Historia Paola Ruiz, investigadora independiente en México, señala que “existe la idea de que la Constitución de 1991 es la única que surge de un consenso político, pero cuando uno mira hacia atrás y ve los muchísimos procesos constitucionales que hubo en 1821 (Constitución de Cúcuta), se da cuenta de que el consenso es como un punto en común de todas estas experiencias”.
“Esto empieza con la Constitución de 1821, cuando se crea la República de Colombia, en la que se da un consenso a favor de la unión de estos amplios territorios como un método de defensa frente a las fuerzas españolas”.
Otro ejemplo es la Constitución de 1953, la cual es muy parecida a la de 1991 en términos de la organización política que se define a partir de la descentralización: “se crea a partir de un consenso muy grande respecto a que el centralismo que se ha ensayado desde 1821 ya no sirve a las exigencias del país y es necesario intentar un nuevo modelo político”.
La historiadora destaca además que el federalismo –que no siempre se ha visto con buenos ojos– ha estado en la mira del país, pero siempre se presenta una situación que hace que se rechace. Por ejemplo, en el 19 gran parte del temor alrededor del federalismo tenía que ver con el orden público, pues había demasiadas luchas seccionales, e irse con este era peligroso por eso.
Resalta además que “en 1991 Colombia tenía una realidad política muy compleja: están el narcotráfico y los intentos de acuerdos de paz con los diferentes grupos guerrilleros, y la preocupación es que adoptar el liberalismo puede ser muy peligroso para el orden público”.
“Esta misma preocupación se retoma ahora y su discusión vuelve a pasar por lo mismo: qué hacemos con las bandas criminales, con el narcotráfico y demás, si descentralizamos las fuerzas de Policía o el control político hacia el federalismo”, concluye la investigadora Ruiz.