Iniciado por dos camioneros que protestaban por el alza de los impuestos a los carburantes, el movimiento de los “chalecos amarillos” moviliza a miles de franceses desde hace varios meses. Foto: Florian Pépellin
Con respecto a este fenómeno, el profesor francés Antoine Maillet, del Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la Universidad de Chile, afirma que el movimiento se ha comparado con las “primaveras árabes” de 2012-2013, por la coincidencia en el protagonismo de las redes sociales y por recoger la expresión de muchas frustraciones ciudadanas. Sin embargo aclara que “Francia es una democracia, pero los países árabes no”.
Según el experto, aunque hasta el momento las movilizaciones han surtido cambios, como por ejemplo que el presidente Emmanuel Macron retrocediera en su intención de subir el precio de la gasolina a finales de 2018, estas decisiones ponen en aprietos al Gobierno, pues el país superará el déficit del 3 % exigido por la Unión Europea.
¿Qué sigue ahora? En Francia las movilizaciones de los “chalecos amarillos” no cesan y cada sábado se dan cita en diferentes puntos del país, sobre todo en París, pero el profesor Maillet señala que esto no es suficiente, sino que el movimiento está obligado a pensar en cuál será su evolución.
Los cambios estructurales en cuanto a la presencia del Estado en diversas regiones, en empleo, pensiones, y en el modelo de desarrollo, siguen sin ser resueltos.